martes, 15 de septiembre de 2009

Cuando llega el momento de las alzas es preferible hacerles caso

Buenos Aires.- A pesar de que el clima esta seco, de que tenemos datos económicos de EEUU negativos, y de que el mercado de granos acumulaba fuertes subas con señales técnicas de que podrían sobrevenir bajas, nos encontramos con una topadora alcista de precios.
Los elementos de fondo son difíciles de ocultar: Argentina tiene 10 mill.tt. de soja menos de las que se pensaba en un primer momento, EEUU no tiene porotos disponibles como para tomar su lugar, el apetito por la oleaginosa sigue siendo elevado, y las intenciones de siembra en Norteamérica no se incrementan.
Por el lado del maíz, si bien salimos de un año donde los stocks se recompusieron un poco, los mismos siguen siendo ajustados, aún con un consumo que fue diezmado el año pasado. El problema es que el consumo podría reactivarse de aquí para adelante y esto complica el panorama. De hecho los stocks que se reportan muestran que el consumo de maíz ya está siendo más intenso de lo pronosticado.
En cuanto al trigo, salimos de una campaña donde la producción fue muy alta, y los precios cayeron. Esto desincentiva la siembra para este año y eso ya se percibe en las expectativas de que la producción merme en al menos 20 mill.tt.
En los tres casos esto se ve complicado por un arranque lento en la siembra norteamericana, y un ritmo de compras que no deja de sorprender.
Como si eso fuera poco, los inversores financieros se envalentonaron y comenzaron a volver a los mercados. Como temen que la emisión y baja de tasas en el mundo genere inflación, están comprando commodities activamente, y esto apuntala el proceso de subas.
En este contexto la pregunta es… que nos podría venir a pinchar el globo? Hay tres elementos a monitorear, un cambio en intenciones y ritmo de siembra en EEUU, un menor consumo para etanol, o una nueva crisis financiera.
El primero es el más probable, pero el que tendría menor impacto y más pasajero. Los analistas vienen amagando a que se sembraría más soja y menos maíz en EEUU desde febrero, y el USDA insiste en que no será así. Sin embargo si finalmente el paso de maíz a soja se produce, esto sería alcista para el maíz y negativo para soja. Cuanto más se demora la siembra, más posible es que ese paso se produzca. Pero además el lento ritmo de siembra es un problema en si mismo porque hace pensar en menos rindes.
Lo segundo es el consumo de biocombustibles en EEUU. La nueva ley sobre reducción de emisiones de efecto invernadero, podría perjudicar al maíz, al contemplar que cuando se usa maíz o soja para este fin en EEUU, alguien debe atender las necesidades de alimentación que Norteamérica deja de lado, y esto puede implicar desmonte en Brasil, Argentina u otros países. Un poco tirado de los pelos, pero la norma salió así, y no es claro que pasará en el mercado. Las apuestas son que el etanol que actualmente se está produciendo en base a maíz no tendrá vuelta atrás, aunque si podría impactar en lo sucesivo.
Lo tercero, que la crisis financiera recrudezca, parece poco probable. Es bueno aclarar que hablamos de la crisis por la que pasaron los mercados a fines del 2008. Los coletazos de la misma para la economía real todavía están lejos de los pisos, y todos sabemos eso, de allí que no se le preste tanta atención a los datos negativos que van saliendo. Sin embargo, se observó semanas atrás un cambio de tendencia, que encendió la luz que dice “los valores cayeron mucho, es hora de comprar”. El temor pasaría por una vuelta atrás en este sentido. Es decir que volvamos a un contexto de “hay que vender, no importa el precio!”
Localmente, el mercado de trigo sigue mostrando un precio político al cual vender se vuelve muy difícil, ya que los compradores al precio oficial son pocos y no quieren comprar gran volumen. Esto ocurre porque el precio real de mercado es inferior. Ello se debe no a que la situación internacional justifique los precios más bajos, sino a que la reducción de la competencia en el mercado interno, que es fruto justamente del accionar de gobierno, hace que el precio de equilibrio internamente sea menor al que sugieren las variables internacionales.
Dicho esto, el que tenga trigo debe ponerse a la cola de los compradores oficiales y esperar que le llegue el turno.
En cuanto a la campaña nueva, la cosa viene muy complicada, ya que la sequía persiste, y no hay síntomas de que se revierta. Esto de por sí hace que la intención de siembra se resienta. Pero además el manoseo del mercado por cuarta campaña consecutiva le quita atractivo a este cereal. La combinación de estos dos factores, hace que sea probable que el año próximo la producción de trigo a duras penas alcance para el consumo interno. En este contexto pensar que las exportaciones se abran es utópico, y por lo tanto quedaremos a merced del consumo interno de inmediato. Sólo la intervención oficial podría llevar el precio a valores similares a los del resto del mundo. Dicho esto no hay demasiadas razones del mercado para produci r trigo. Aún así y más en este contexto, valores de 150 U$S/tt para el año próximo parecen interesantes, aún cuando el contexto internacional justificaría más.
En cuanto a la soja, es el mercado más explosivo, y estamos presenciando el inicio de la explosión. Localmente frenar esta detonación es imposible. No hay mercadería, y la poca que hay se cotizará. Los compradores intentan demorar las mejoras de precio, pero esto no parece muy posible por la reducida oferta que estamos presenciando. Esto ha hecho que los precios sean muy interesantes, pero no sabemos que tanto más interesantes se pueden poner. Para ilustrar esto: si vendemos soja disponible (fin de mayo) y compramos soja para mayo 2010, tendremos una ganancias de aproximadamente 30 U$S/tt, y si la venta es en noviembre 2009 y la recompra mayo 2010, el diferencial está en torno de los 50 U$S/tt. Esto marca un cuadro inusualmente estrecho de oferta, razón por la cual se es tán dando incentivos de precio para que se liquiden stocks.
En cuanto al maiz basta decir que su precio de pizarra está más de 100 pesos por debajo del precio de mercado informado por la SAGPyA, situación que se parece a la del trigo antes de la intervención. La pregunta es si esto no podría disparar algún tipo de intervención, toda vez que de seguir por este camino no se sembrará ni trigo, ni maíz!
De todas formas ya es tarde para vender, comprar un CALL en Chicago y esperar la suba… los precios locales se retrasaron mucho respecto de Chicago. Ahora hay que esperar a ver si el precio mejora por medio de ventas a consumos, o bien mejora por algún tipo de intervención del gobierno.
Así las cosas, sin que exista una Junta Nacional de Granos, la situación en la que estamos ya es peor a la que nos imaginábamos cuando se empezaron a agitar los rumores de que la misma podría existir.

Dante Romano
Director Académico del Centro de Gestión Agropecuaria de Fundación Libertad

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