lunes, 22 de septiembre de 2008

Invierten US$ 30.000 millones para fabricar barcos para Brasil

Buenos Aires.- Al hablar de la cifra, al secretario de Industria Fernando Fraguío le brillaron los ojos. Es que por el mediodía, el presidente Lula le ofreció a Cristina Kirchner que los astilleros argentinos puedan disfrutar al menos de una porción de esa torta."Fue del asunto que más hablaron los presidentes" señaló el asesor internacional de Lula, Marco Aurelio García. La "presidenta Cristina" como la llaman en Brasilia lo llegó a mencionar en su discurso en el Palacio de Itamaraty, donde agasajaron con un almuerzo al Gobierno. Lo que está en juego para la industria naval argentina supera los sueños. Se trata de la construcción de buques petroleros de 100 metros de eslora y partes de plataformas de explotación "off shore" (mar afuera). Petrobrás requiere a mediano plazo un total de 146 embarcaciones "y sus astilleros ya no tienen más capacidad para absorber tanta demanda" se entusiasmó Fraguío. ¿Qué instalaciones tiene para ofrecer la Argentina?: el gran astillero Domeq García que se fusiona ahora con Tandanor (ambos estatales); el de Puerto Belgrano; uno privado en Corrientes, otro en Caleta Olivia y uno más en Caleta Paula. El conjunto de talleres navales se completaría con instalaciones que existen en Tigre. Rápidamente, se armó una mesa de negociaciones en las que estuvieron los representantes de la industria naval brasileña y argentina, además de los gobiernos. Se acordó que una misión brasileña viajará a Buenos Aires el 1º de octubre para iniciar un recorrido por las distintas instalaciones. Luego vendrá a Brasil una misión argentina que traerá un relevamiento de las inversiones que se precisan para hacer frente a la demanda que provendría de Petrobrás. Los funcionarios argentinos no ocultaban la excitación: "El cálculo es muy simple: piense que los astilleros mundiales están con sus capacidades agotadas y sólo se pueden conseguir encomiendas para después de 2015". En el gobierno brasileño hacen otro cálculo. Sus propias empresas constructoras de barcos pueden usar la capacidad argentina y ampliarla sea vía compra de los astilleros o sociedades entre firmas. Se trata de un proceso en el que se podrá tender a una especialización. "Por otro lado, si se piensa que acaba de venir una plataforma exploradora traída por YPF sólo para exploración. Después precisaremos las de explotación. Y ahí habrá demanda para los dos países". En el entorno de Cristina Kirchner hacen cálculos: "Si se tiene una perspectiva de demanda no sólo reactivaremos esta industria. Le daremos aliento a una iniciativa que ya tomamos, que es la de revitalizar la carrera de ingeniería naval en Mar del Plata". La Presidenta apuntó ayer en esa dirección: "Lo mejor que tiene Argentina son sus recursos humanos, sus técnicos y sus científicos".

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