Buenos Aires.- Una investigación del alcance internacional busca mejorar la información existente sobre el río Paraná. El proyecto pone énfasis en el estudio histórico del río para así comprender el estado actual y predecir futuros comportamientos. Los resultados preliminares en cuanto a nuevos conocimientos son trascendentes. A fin de prever posibles cambios en el Paraná en el futuro, resulta esencial conocer sus formas y procesos actuales como también explorar el pasado geológico para comprender su evolución. Para eso, comenzó a realizarse un proyecto que tiene un plazo de tres años de duración, y que reúne a investigadores e instituciones de la Argentina, el Reino Unidos y los Estados Unidos. El objetivo es producir y mejorar la calidad y la cantidad de conocimiento disponible sobre las interacciones entre flujos, transporte de sedimentos, morfología, erosión y sedimentación del río. Por tanto, el trabajo considera factible combinar registros del pasado y del presente con nuevos modelos matemáticos para realizar predicciones sobre el futuro. “Es un estudio cronológico y transversal, que analiza la evolución del río con distintas técnicas. Es el trabajo más integral sobre el Paraná y por eso son muchas las expectativas” dijo Oscar Orfeo, vicedirector del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), una de las instituciones participantes del proyecto junto a la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), el Conicet, la Universidad Nacional del Litoral y las unidades inglesas de Birminghan, Brighton, Exeter y Durham. La investigación apunta a responder qué controla el movimiento del agua y los sedimentos en diferentes estados hidrológicos. También buscan saber cuál es el cambio de forma del canal fluvial y cómo está controlado. Y por último, resultará de interés entender cómo puede ser usado ese conocimiento para interpretar la formación y preservación de los depósitos de ese gran río. En parte estas preguntas ya empezaron a encontrar algún principio de respuestas de acuerdo al avance logrado por los científicos que confían poder conocer más sobre la dinámica del río, su evolución pasada a través de millones de años y aportar a la comprensión de posibles cambios e influencias futuras del Paraná. Observaciones El trabajo resalta un principio que hoy ya nadie discute en torno al agua: la necesidad de otorgarle mayor importancia al estudio de toda la cuenca hídrica y no sólo al cauce, que apenas representa el 20% del río Paraná, en comparación con el 80% que representa la llanura de inundación. “Otro aporte notorio al conocimiento del Paraná fue la instrumentación de nuevos métodos de estudio, y la complementación con metodologías de avanzada” explicó Orfeo. Con los métodos aplicados se está logrando registrar el lecho del río y generando mapas sin precedente del fondo del canal, y ver la estructura real del curso de agua. Pero a la vez también se puede analizar la evolución del río observando la estructura del subsuelo. Se están realizando comparaciones entre el estado actual y el que tenía el río 2 a 4 millones de años atrás. La instancia última del estudio será modelar la evolución del Paraná tanto a corto, como a largo plazo. “A pesar de la importancia global del río, el conocimiento actual de su morfología, flujo, depósitos y evolución es deficiente. El estudio apunta a corregir ese vacío de información y actualizar los datos existentes” manifestó el investigador. El río Paraná es el 6º río más grande del mundo, genera una amplia variedad y tamaño de ecosistemas y transporta enormes cantidades de sedimentos. A través de su historia modificó su localización respondiendo tanto a cambios climáticos como a movimientos tectónicos. La propuesta del grupo de investigación es generar una base de datos que sirvan también para otras investigaciones más puntuales que complementen la que se está realizando y que se prevé culminará en 2010.
Por José GorettaAgencia CyTA-Instituto Leloir
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