Buenos Aires.- La realización del IX Congreso Argentino de Virología permitió a cientos de jóvenes estudiantes establecer contacto con científicos de prestigio internacional. Se resaltó la necesidad de que los investigadores trabajen en el diseño de nuevas estrategias que conduzcan al desarrollo de vacunas contra males que hoy azotan a la humanidad. Con la participación de más de 500 inscriptos, del 22 al 25 de septiembre pasado tuvo lugar en Buenos Aires el IX Congreso Argentino de Virología. El encuentro, que recibió el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Conicet y los Institutos de Salud de los Estados Unidos (NIH), contó con la participación de especialistas y estudiantes procedentes de otros países, como Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. La visita de prestigiosos científicos argentinos radicados en el exterior fue uno de los distintivos de la reunión. “Fue una experiencia fantástica por dos motivos: dado que el campo de la virología está muy disperso en la Argentina, el Congreso permitió aglutinar a profesionales que trabajan en universidades, institutos de investigación y hospitales de nuestro país, como también a colegas de distintos centros de América Latina, proporcionando un ámbito ideal para el intercambio de ideas y experiencias”, señala la doctora Andrea Gamarnik, quien formó parte del comité científico del congreso. “En segundo término –agrega– facilitó la participación fluida de investigadores jóvenes y estudiantes quienes tuvieron la oportunidad de conocer en persona y aprender de investigadores de reconocimiento internacional en distintos aspectos de la virología”. Gamarnik, que dirige el Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir, opina que ese último aspecto fue de suma importancia porque la virología es un área que requiere mayor desarrollo en la Argentina, “y contamos con un potencial enorme”. " Los estudiantes de las universidades públicas están muy bien formados, al punto que no tienen nada que envidiarle a los estudiantes de las universidades de Harvard, Yale o California; el tema es mostrarles que nuestro trabajo puede estar a nivel internacional, que podemos hacernos preguntas atrevidas, poniendo objetivos desafiantes”, afirma la investigadora, quien en 2006 descifró el mecanismo molecular de la multiplicación del virus del dengue. Uno de esos desafíos fue lanzado por el doctor Raúl Andino de la Universidad de California (ver entrevista aparte), cuyas preguntas inquietaron a los jóvenes presentes, dejando ver que es posible crear nuevos caminos para encontrar respuestas. Una de las preguntas que dirigió a la audiencia y que generó nuevos interrogantes entre los asistentes fue cómo funciona la vacuna contra el virus de la poliomielitis. “Casi erradicamos este virus del planeta con la vacuna (oral) creada por Albert Sabin en 1957 y aún no sabemos los detalles moleculares de su funcionamiento; conocer esos procesos podría acelerar el desarrollo de nuevas vacunas contra virus que azotan hoy a la población mundial”, subraya Gamarnik, que es investigadora del Conicet.
Agencia CyTA-Instituto Leloir
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