El País .- El Banco Central de Brasil vendió el miércoles parte de sus reservas en dólares por primera vez desde marzo de 2003, para intentar frenar la acentuada depreciación del real que en los últimos 15 días había caído más de 20 por ciento y que genera gran preocupación entre los empresarios argentinos.
La fuerte intervención coincidió con un día en el cual los bancos centrales de los países desarrollados (Estados Unidos, Unión Europea, Gran Bretaña, Japón y China) anunciaron una reducción de medio punto de su tasa de interés, como medida para aumentar la liquidez del mercado.
La subasta de dólares anunciada por el Banco Central brasileño, cuyo monto no fue revelado, permitió contener otra baja de su divisa que había llegado a caer en la jornada a 2,44 unidades por dólar y se recuperó a 2,28 en horas de la tarde (cerró a 2,32 en Argentina, según datos del BCRA). A comienzos de agosto, la cotización era de 1,56 real por dólar, el máximo valor de la moneda brasileña.
Adicionalmente, el Banco Central de Brasil colocó 1.303 millones de dólares mediante una operación denominada swap cambial, un contrato en el que la tasa de interés es sustituida por la variación en la tasa de cambio. En este caso, las divisas regresan al instituto emisor brasileño después del plazo acordado. Pero en la licitación directa de dólares realizada ayer, las reservas salen sin incluir un retorno previsto.
Lula había dicho la semana pasada que las “reservas sagradas” del país, de más de 200 mil millones de dólares, son un colchón que permite a Brasil amortiguar el impacto de la crisis financiera internacional.
Escozor local. La fuerte depreciación del real está generando la reacción de los industriales argentinos.
Luego de que el presidente del Banco Central, Martín Redrado, dijera el martes que Argentina no devaluará para seguir a Brasil, empresarios y economistas pidieron que la política monetaria argentina esté armonizada con nuestro socio comercial para evitar una avalancha de productos brasileños en el mercado local.
Ayer, Enrique Mantilla, titular de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (Cera), sostuvo que habría que pensar en “rever las prioridades” tomando en cuenta “las nuevas circunstancias y manteniendo la competitividad”.
Por su parte, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, advirtió que la profunda caída del real profundiza la menor competitividad debido a la suba de costos y recordó lo que costó la devaluación de la moneda brasileña en enero de 1999. Los empresarios fabriles solicitan la eliminación de las retenciones a las exportaciones industriales, y la suba de la tasa de estadística a las importaciones.
Desde la Unión Industrial de Córdoba se reclamó (luego de una reunión con el ministro de Industria, Roberto Avalle) no sólo un tipo de cambio competitivo, sino también “instrumentos para sostener exportaciones de productos de alto valor agregado”, como reducción de retenciones, reintegro de exportaciones (o agilización de devolución de impuestos.
El Gobierno “recogió el guante” y el canciller argentino, Jorge Taiana, inició gestiones para que se convoque “a la brevedad” a una reunión extraordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) del Mercosur para analizar la crisis financiera global y coordinar posiciones. En sintonía, su colega brasileño, Celso Amorin, sostuvo la necesidad de que los países emergentes adopten una posición conjunta frente a la crisis.
El mundo sin freno. Ayer, la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra acordaron y anunciaron una baja de medio punto en las tasas de interés de referencia, en un intento por dotar de liquidez a los mercados globales y evitar una recesión mundial. La FED retocó su tasa a 1,5 por ciento.
Sin embargo, luego de una suba inicial, las bolsas del mundo volvieron a bajar.
El índice Dow Jones de Wall Street cayó 2,03 por ciento y cerró a 9.258,10 puntos. En tanto, el Bovespa de San Pablo retrocedió 3,35 por ciento y terminó a 38.593,54 puntos. El Merval cayó 1,82 por ciento.
Fuente: La Voz
jueves, 9 de octubre de 2008
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