Buenos Aires.- Ventajas agronómicas y de precio hacen del cultivo una opción con grandes posibilidades en el oeste arenoso. Existe un paquete tecnológico que, aplicado correctamente, permitiría duplicar los rendimientos. Más de 200 productores coparon el salón de la Sociedad Rural de Trenque Lauquen para participar de la Jornada “El Girasol del Futuro” organizada por la semillera SPS Argentina la semana pasada. Convocados para analizar las oportunidades y el potencial que tiene el girasol en el Oeste, los asistentes pudieron estudiar junto a Martín Díaz Zorita y Gustavo Duarte, de DZD Agro, una serie de ensayos realizados durante las últimas dos campañas con SPS y recibieron una serie de recomendaciones de manejo para la optimización del rinde en la región.“Existe una amplia brecha de mejora entre los rendimientos mínimos y los máximos alcanzables”, sostuvo Díaz Zorita. De una serie de 27 ensayos de cuantificación tecnológica realizados en 9 localidades con 3 genéticas diferentes, surge que con densidades altas y un paquete tecnológico completo, que incluye fertilización, fungicidas y genética adecuada, el rinde es consistentemente mayor. “No hay que sembrar más girasol sino mejor”, sostuvo el especialista.“La Argentina tiene en muchas zonas un potencial de 4 o 5 toneladas. Sin embargo, cuando vemos el promedio de rinde, estamos por debajo de las 2,5”, destacó, a su turno, Gustavo Duarte. Al analizar los resultados de los ensayos disponibles, Díaz Zorita expresó que encontraron un 30 % de variación en el rendimiento por la heterogeneidad existente en un mismo lote. En tanto, la variación entre distintos años alcanza el 12 %, otro 10 % de variación responde a la elección de la genética, un 5 a 7 % al manejo y un 16 % a los factores climáticos. Definidas las variables que componen el rendimiento en el Oeste, “la elección correcta del sitio donde se va a sembrar representa el 60 % de las variaciones de rinde”, concluyó el experto. Según Duarte, “a nivel local, con un promedio de 600 mm a lo largo del ciclo, deberíamos estar capturando 4 toneladas”. Para el especialista, la primera cosa a explorar es la calidad del ambiente (definido por el antecesor que puede robar 400 kilos por hectárea), luego la fecha de siembra, el genotipo, la densidad y el distanciamiento.La conclusión: “hay que integrar tecnología y generar un modelo de decisión y no quedarse en cada uno de los peldaños”, dijo Duarte para considerar que en girasol, un 40 % es conocimiento y el otro 60 % es decisión”.
A los números
Luis Arias, socio del estudio Cazenave & Asoc. y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), detalló alguna de las razones que hacen del girasol un cultivo viable en el oeste. Una de ellas es la mayor posibilidad que tiene de explorar el perfil del suelo, que representa un mejor aprovechamiento del agua disponible. Por otra parte, agregó que “la bonificación del girasol es uno de los puntos más fuertes. Podemos pagar casi todos los gastos de comercialización con ella. Además, tenemos menos costos de secada y de flete al entregarlo cerca de las zonas de producción”. Los números resultaron reveladores. Al comparar los márgenes de la soja y el girasol en siembra directa, el técnico sostuvo que en ambientes de mayor producción, 20 quintales de girasol igualan un margen bruto de una soja de 29 quintales, situación tipo de un oeste arenoso sin napa. En 25 quintales de girasol se necesitan 36 quintales de soja para igualar el margen en planteos de mayor tecnología. En 30 quintales de girasol se estaría igualando en 43 quintales de soja.
Las novedades
En Trenque Lauquen, Guillermo Pizarro, mejorador de girasol de SPS, presentó algunas de las herramientas biotecnológicas para la asistencia en el mejoramiento del cultivo. El especialista detalló los mecanismos de trabajo con mutagénesis, los cruzamientos con especies silvestres relacionadas, la importancia de los marcadores moleculares y por qué no existen trabajos sobre transgénesis en girasol. Román Domínguez, de Syngenta, presentó el nuevo fungicida para girasol Quadris Sol para el tratamiento de enfermedades como Phoma, Alternaria, Septoria y Roya Negra y Blanca, entre otras. “Quadris sol trabaja sobre casi todos los estados de desarrollo del hongo y se vuelve una herramienta clave por su alto poder curativo y preventivo”, explicó. A su turno, Daniel Rolón, de BASF, presentó la gran novedad tecnológica para el girasol este año, el nuevo gen CLHA-Plus con el que se logra que los genes mutantes expresen un mayor nivel de tolerancia a Imidazolinonas y permitan un mejoramiento de girasoles CL más sencillo y eficaz. La tecnología, que estará disponible en breve en los materiales de SPS, es una nueva evolución de la conocida tecnología Clearfield para el control de malezas, con la que este año se sembraron 720 mil hectáreas de girasol.
“El país es un circo”
Así definió la coyuntura que atraviesa el país el economista Roberto Cachanosky durante la jornada de girasol realizada en Trenque Lauquen. “Con retenciones del 40%, el tipo de cambio para el sector me da 0,85 pesos por cada dólar”, anunció Cachanosky. “Los precios mayoristas ya subieron más que el dólar, por ende la devaluación ya se evaporó. Se acabó el tipo de cambio competitivo”, agregó.“Cuando uno mira la Argentina de los últimos 30 años se encuentra con varias crisis. A un promedio de cada 5 o 6 años. Entonces, los inversores evalúan esto a la hora de invertir y la variable es la rentabilidad del negocio. Cuanto más desorden institucional y políticas artificiales hay, se crea más incertidumbre, menor inversión, más pobres, menos desarrollo económico”, detalló Cachanosky.Para el economista, el índice de confianza en el gobierno está en el lugar más bajo desde 2002. El gasto público está por arriba del que había en los ‘90. Y la deuda pública está igual que antes de la devaluación, en el orden de 175 mil millones de pesos.“Tenemos un problema de aumento y desborde del gasto público y queremos tener precios artificiales de la energía, el transporte, etc. Entonces, uso las retenciones como mecanismo de financiamiento, porque todo este gasto no lo quiero bajar. Además, como no son coparticipables concentran la caja y el poder político”, argumentó. “Venían manejando el barco y cuando vieron el iceberg, en vez de corregir el rumbo, aceleraron. Creo que no van a modificar la política económica y tenemos adelante otro de los cambios de precios relativos. Veo un escenario muy difícil en los próximos meses. El problema del campo fue un detonante como podía ser cualquier otro”, expresó el orador.“Soy optimista porque creo que después de este tsunami de locura los dirigentes están tomando nota sobre lo que no hay que hacer”, concluyó.
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