Buenos Aires.- Aún se está a tiempo de evitar que el calentamiento global provoque una catástrofe a nivel mundial, señala un informe elaborado por el Worldwatch Institute, organismo no gubernamental internacional con sede en Washington. En un informe elaborado por casi cincuenta especialistas señalan que deben reducirse más de lo previsto las emisiones de dióxido de carbono para 2050, así como apurar la incorporación de energías renovables y sostenibles, entre otras medidas.
El mundo tendrá que reducir de forma drástica las emisiones de gases responsables del efecto invernadero –en especial el dióxido de carbono–, en 2050 para evitar un efecto catastrófico en el clima global, sostiene un informe titulado State of the World 2009: Into a Warming World, elaborado y dado a conocer hoy por el Worldwatch Institute, un organismo no gubernamental internacional con sede en Washington.
En esa institución, un equipo interdisciplinario de investigación realiza estudios orientados a diseñar propuestas para crear sociedades sostenibles que puedan satisfacer las necesidades humanas. De acuerdo con el citado informe, en cuya elaboración participaron 47 especialistas, son muchas las oportunidades para enfrentar el cambio climático. Algunas de las medidas que proponen son desarrollar fuentes de energía renovable, así como también mejorar el desarrollo sostenible de los sistemas agrícolas y forestales.
“Tenemos el privilegio de vivir en un momento de la historia donde aún es posible impedir una catástrofe climática que haría del planeta un lugar hostil para el desarrollo humano y su bienestar”, indicó Robert Engelman, uno de los directivos del Worldwatch Institute y uno de los codirectores de la publicación State of the World 2009: Into a Warming World. Y agregó: “Pero no nos queda mucho tiempo.”
Según señala Engelman, a través de un comunicado de prensa de esa ONG, para lograr un cambio global es necesario lograr el apoyo masivo de la sociedad y la voluntad política mundial para desarrollar y emplear energías renovables que se integren en el funcionamiento de las sociedades en todos los niveles, incluyendo la vida cotidiana.
Uno de los capítulos del libro concluye que las emisiones de gases invernadero tendrán que ser reducidas en forma drástica. De acuerdo con los expertos, deberían tomarse medidas para que los niveles de absorción de dióxido de carbono sean mayores a los emitidos, y señalan que un aumento global de la temperatura de 2 grados Celsius constituye un riesgo inaceptable para los sistemas humanos y naturales. Dicho incremento podría generar la desaparición de algunas especies animales, la reducción en la capacidad de producción de alimentos, y el aumento significativo del nivel del mar con la consiguiente inundación costera de diferentes países, entre otras consecuencias.
Algunos de los desafíos clave definidos por los expertos para evitar las consecuencias del cambio climático son: planificar a largo plazo y tomar medidas para enfrentar los problemas teniendo en cuenta a las generaciones futuras, innovar en fuentes de energía renovables, generar cambios de estilos de vida que no centrado en alcanzar un mayor consumo individual, así como también promover una cooperación mundial.
El informe destaca que se requiere la eficacia y la fortaleza de las Naciones Unidas, de los bancos multilaterales y de los gobiernos de los países, entre otras instituciones, para hacerle frente al cambio climático global.
Con la mirada puesta en diciembre de 2009, momento en que tendrá lugar en Copenhague, Dinamarca, la cumbre mundial sobre cambio climático, Christopher Flavin, el presidente de Worldwatch subraya: “No podemos permitir que la conferencia falle”. Y continúa: “Los resultados de ese encuentro estarán registrados (por igual) en los libros de historia y en la composición de la atmósfera mundial”, advierte para finalizar.
Agencia CyTA-Instituto Leloir
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