Pekín .- La gran fiesta del deporte se vivió a pleno en la capital de China. Esta mañana, a las 9 de la Argentina, se puso en marcha la ceremonia inaugural de los Juegos de la XXIX Olimpíada. Con la presencia de más de 80 funcionarios de distintos países y ante un marco imponente (91.000 espectadores sentados), el Estadio Nacional de Beijing fue testigo de un inicio espectacular: la cuenta regresiva precedió a un grupo de músicos que, a ritmo de tambor, hizo temblar el "Nido de Pájaros". A continuación, un juego de luces para presentar a los anillos olímpicos, símbolo máximo del espíritu deportivo, que se elevaron del suelo ante la ovación de la multitud.
El rico legado cultural chino estuvo a disposición del evento, con coreografías y efectos tridimensionales que repasaron grandes inventos (la pólvora, el compás) y célebres frases del filósofo Confucio. Todo ello, reflejado de manera inmejorable por miles de actores y bailarines que recorrieron el campo acompañados por músicas tradicionales.
Enseguida, el suelo del estadio volvió a desplazarse -otra muestra fantástica de tecnología avanzada- para darle paso a un grupo de chicos que, con dulces movimientos, transmitió un mensaje claro: hay que cuidar nuestro planeta. Fue un pedido de conciencia sobre grandes problemas de la actualidad, como el calentamiento global, las especies animales en peligro de extinción y la deforestación.
Exactamente una hora después del inicio de la ceremonia, el ídolo del pop local Liu Huan interpretó la canción oficial de los Juegos junto a la soprano inglesa Sarah Bightman. Luego llegó el momento de los grandes protagonistas de Beijing 2008, los atletas, quienes comenzaron su desfile por "El Nido". El judoca griego Ilias Iliadis abrió el camino de las 204 delegaciones.
A las 11.10, en el 107° lugar, llegó el turno de nuestro país. Emanuel Ginóbili, el mejor basquetbolista argentino de todos los tiempos, encabezó la delegación de 140 personas (atletas y miembros del Comité Olímpico Argentino) con la bandera en alto. Unos pasos más atrás, emocionados, sus compañeros del seleccionado y el resto de los deportistas nacionales, con Las Leonas y los nadadores poniéndole alegría al recorrido por el estadio.
Posteriormente llegaron los discursos del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, y del presidente de la República Popular China, Hu Jintao, quien declarará la apertura de los Juegos. Bajo siete llaves también se guardó el nombre del atleta que encenderá el pebetero olímpico, aunque en algún momento aquí se especuló con la posibilidad de que fuera el basquetbolista Yao Ming, la gran figura de la delegación local. Para el cierre, llegó el momento de los espectaculares fuegos artificiales, unos 30.000 lanzamientos que le dieron un color impactante al final de la ceremonia.
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