Jure en el besamanos de Massa

Río Cuarto .-El intendente Juan Jure mostró su juego en Buenos Aires. Reacomodando el cuerpo luego de una neumonía que lo tuvo a maltraer, recuperó hace unos días el control del Ejecutivo e inmediatamente preparó un acercamiento al gobierno nacional, teniendo en cuenta la cantidad de proyectos pendientes que figuran entre ambos estamentos.
Por eso este miércoles, tras las reuniones mantenidas a lo largo de la jornada, quedó satisfecho el nuevo intendente y no dudó en señalarle a los suyos que había desembarcado de la mejor manera posible en la Casa Rosada.
Por los datos conocidos, motivos suficientes puede tener el joven jefe comunal para evaluar de ese modo el periplo. Primero fue recibido por el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, hombre de peso, si los hay, en el hermético cerco K. Luego, llegó el plato fuerte porque se sentó en el despacho del flamante jefe de Gabinete, Sergio Massa, con quien pudo acordar la puesta a punto de una agenda de trabajo de aquí en adelante. El cónclave le dejó una amplia sonrisa al mandamás del Palacio de Mójica: había compartido una hora de charla con la nueva espada política de la presidenta Cristina Fernández, sin una programación previa de ese encuentro.
Al intendente le queda ahora todo el trabajo por hacer. Alinear a sus funcionarios para reactualizar todas las carpetas vinculadas con proyectos anunciados por la Nación y que resultan fundamentales para el desarrollo de la ciudad. En ese cometido, dos ocuparán la lista de destacados: la activación de los planes de vivienda para la clase media -sobre todo las 1.400 que tenían fecha de licitación el año pasado y se frenaron- y la obra de circunvalación sobre la peligrosa Ruta A 005, que tiene los obradores instalados pero no avanza.
Massa se comprometió ante Jure a recuperar toda la información de los proyectos en suspenso, y convinieron de aquí en más, uno o más encuentros para definir los puntos de intervención. La señal K fue más que contundente y el intendente ya tomó debida nota al respecto.
Ni K, ni anti-K
Ahora, llega el momento de evaluar de qué manera se dan los pasos que siguen para no morir en el intento, pues sabido es también que una experiencia similar vivió en 2004 el ex intendente Benigno Rins, cuando fue recibido entonces por el ex presidente Néstor Kirchner y hubo anuncios y promesas al por mayor que, a la fecha, son las que figuran sin resolverse. No obstante, dicen los que merodean ahora el edificio de Balcarce 50 en la Capital Federal, que el semblante cambió y mucho después del serio conflicto agropecuario, el cachetazo a la Resolución 125 en el Senado.
Jure está decidido a no correr la misma suerte. Por eso en el plano político dejó en las oficinas del kirchnerismo oficial una frase que pone el marco: “No soy un radical K, pero tampoco soy anti-K”, machacó una y otra vez. Y si bien, el concepto no sonó a bálsamo en los oídos del gobierno, al menos sirvió para encuadrar el alcance de la relación política.
En todo caso, que una normal vinculación institucional derive después en una experiencia política que deberá construirse, razonaban anoche en el Ejecutivo municipal con los frescos datos que llegaron desde Buenos Aires.
Un dato político no menor debe adjuntarse al acercamiento de Jure a la Nación. Su recorrido por los escritorios más influyentes se debió a la gestión informal que encauzó la diputada nacional por Córdoba, Patricia Vaca Narvaja (FPV-PJ), y que, como se sabe, tiene fuerte ascendencia en las primeras filas K, aun cuando su poder quedó menguado tras el alejamiento del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Jure, que se define como un radical “de siempre” pero abierto a la discusión con todas las expresiones políticas, deslizó -como era de esperar- que la prioridad es su gobierno. Más adelante habrá tiempo para “pensar en el juego político”. Por eso, no debe sorprender que ayer también abrió una línea de trabajo -institucional, claro está- con el macrismo porteño, ya que selló un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en materia de intercambio cultural con Río Cuarto.
Fuente: La Mañana