viernes, 27 de marzo de 2009
Argentina preocupada por experimento alemán en Atlántico Sur
Buenos Aires.- Argentina expresó su "preocupación" a Alemania ante el impacto ambiental que tendrá un experimento científico que se realiza en aguas internacionales del Atlántico Sur, confirmaron el jueves a Efe fuentes oficiales.La cancillería argentina citó este miércoles a un funcionario de la embajada de Alemania en Buenos Aires para expresarle la "preocupación" del Gobierno argentino por el posible impacto del proyecto liderado por el Instituto Polar Alemán, informaron las fuentes.El experimento, del que también participan científicos de India, consiste en la colocación de cinco toneladas de sulfato de hierro en un radio de 300 kilómetros cuadrados con el objetivo de provocar una "fertilización oceánica".El objetivo es aumentar la reproducción de fitoplancton, algas microscópicas que colaboran en la mitigación de los gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global.La falta de consenso en la comunidad científica gira en torno al "concepto de fertilización del océano y si una fertilización artificial es o no buena", indicó a Efe Mariano Mémoli, director del Instituto Antártico Argentino.Mémoli explicó que "por este punto es que Argentina tiene algún tipo de reparo frente al experimento, si bien Alemania y la India no han cometido ningún tipo de transgresión de alguna norma", pues la prueba se realiza "en aguas internacionales del Atlántico Sur, no antárticas".Precisó que los científicos alemanes e indios se encuentran a unos 200 kilómetros de las islas Sandwich y "a unos 100 kilómetros de la línea de convergencia de aguas sub-antárticas".Por esa cercanía, algunos ecologistas han objetado la posibilidad de que el sulfato ferroso llegue a través de las corrientes marinas hasta las aguas antárticas, "algo que está expresamente prohibido" por los tratados de protección de la Antártida, señaló Mémoli.Según el experto, alemanes e indios hicieron una evaluación del impacto ambiental del experimento, pero no la divulgaron a otros países.La prueba científica se inició el martes pasado, a pesar de que el Ministerio de Ambiente alemán había anunciado el pasado día 14 que se suspendía por tiempo indefinido.Alemania había pedido el año pasado autorización a Buenos Aires para realizar el experimento en aguas del Mar Argentino, pero "la posición argentina fue conservadora respecto a lo ambiental" porque se desconoce "qué consecuencias puede tener", indicó Mémoli.
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