Buenos Aires.- Debido a que distintos tipos grupos de gorilas se encuentran bajo amenaza de extinción, organizaciones internacionales dependientes de las Naciones Unidas declararon al 2009 “el Año del Gorila”. Uno de los propósitos de esta iniciativa consiste en recaudar fondos para implementar programas de conservación en África.
De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las poblaciones de gorilas de montaña que viven en la República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda, y a orillas del río fronterizo Cross, entre Camerún y Nigeria, se encuentran bajo amenaza.
En Ruanda quedan 700 gorilas de ese tipo y en Uganda el número se reduce a 300. Asimismo, basándose en investigaciones científicas, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) informa que la población de gorilas de las llanuras orientales en la República Democrática del Congo ha disminuido a tal ritmo que en el último decenio sólo quedan 5 mil ejemplares, frente a alrededor de 17 mil censados con anterioridad.
La principal amenaza que pone en peligro a los gorilas es la caza, dado que su carne se emplea como alimento. Otro factor que los pone en riesgo es la destrucción de su hábitat a causa de las explotaciones forestales y los cultivos; sin la protección del denso follaje, resulta más fácil para los cazadores atraparlos.
Por otra parte, muchos de esos gorilas habitan en zonas que son ricas en recursos naturales como el carbón vegetal, el oro, el zinc, el uranio y el coltán, cuya extracción los pone en peligro. Por ejemplo, el coltán es un material superconductor que se utiliza en la fabricación de chips para telefonía celular, entre otros productos. Entre 1998 y 2003 hubo una guerra que enfrentó al gobierno de la República Democrática del Congo con un grupo de rebeldes apoyados por Ruanda y Uganda. Parte del conflicto se basaba en el control de una de las principales reservas mundiales de esa aleación.
De acuerdo con información recogida por las Naciones Unidas, durante los conflictos violentos de Ruanda en la década de los 90, multitudes de personas tuvieron que abandonar sus hogares y buscaron refugio en El Parque Nacional de Virunga. Para sobrevivir, los refugiados se vieron obligados a recoger leña del bosque nacional y mataron también a gorilas para alimentarse.
La frágil situación por la que atraviesan esas y otras especies llevaron entonces a declarar 2009 como el Año del Gorila. Esta decisión es fruto de un acuerdo entre la Convención sobre las Especies Migratorias del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Proyecto para la Supervivencia de los Grandes Simios (GRASP) –cuya secretaría asumen conjuntamente la UNESCO y el PNUMA– y la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios (WAZA).
Se apuntará a recaudar fondos para financiar en África una serie de proyectos destinados a la conservación de los gorilas y sus hábitats. Sostienen que el ecoturismo, las explotaciones forestales sostenibles y la introducción de técnicas agrícolas son algunas de las actividades que pueden facilitar la repoblación forestal y la lucha contra la caza furtiva.
Agencia CyTA-Instituto Leloir
viernes, 20 de marzo de 2009
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