Buenos Aires.- De acuerdo con el Informe del Estado de las Ciudades del Mundo de UN-HABITAT 2008-9: Ciudades Armoniosas, 3 millones de habitantes se han sumado a las ciudades del mundo en desarrollo.
En la actualidad la mitad de la humanidad vive en ciudades, pero esta dramática transición está lejos de finalizar. De acuerdo con el nuevo Informe del Estado de las Ciudades del Mundo de UN-HABITAT 2008-9: Ciudades Armoniosas, los niveles de urbanización global aumentarán drásticamente los próximos 40 años y así alcanzarán un 70 por ciento en el año 2050.
Aunque más del 70 por ciento de las poblaciones de Europa, Norteamérica y Latinoamérica son urbanas, en Asia y África son predominantemente rurales, con un 41 y un 39 por ciento de sus poblaciones, respectivamente, viviendo en áreas urbanas, y representan un importante cambio demográfico.
Para la mitad del siglo XXI, el total de la población urbana del mundo en desarrollo será más del doble, incrementándose de 2.3 billones a 5.3 billones en para el año 2050. Solo en las últimas dos décadas, la población urbana de los países en desarrollo ha crecido a un promedio de 3 millones de personas por semana.
Asia se está urbanizando velozmente, con el 41 por ciento de sus habitantes, aproximadamente, viviendo en las ciudades. Para el año 2050, Asia albergará al 63 por ciento de población urbana global, o lo que es igual a 3.3 billones de individuos. En Asia, la transición urbana ocurrirá probablemente más temprano que en África, debido al crecimiento veloz de las tasas urbanas en China., un país que espera ser un 70 por ciento urbano en el año 2050. Las tasas de crecimiento urbano en India serán más lentas, y para el año 2050, el 55 por ciento de su población, o lo que es igual a 900 millones de habitantes, vivirán en ciudades.
De acuerdo con este reporte, el ritmo del cambio de la población urbana de África es el más alto del mundo. Si la tendencia continúa, para el 2050 la mitad de la población en África, será urbana. Con 1.2 billones de individuos viviendo en ciudades y pueblos, las ciudades africanas pronto albergarán a la cuarta parte de la población urbana mundial.
Interesado en las implicancias de este cambio dramático en la historia de la humanidad, en su prólogo, Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, señala que a pesar de que las ciudades encarnan algunas de las sociedades con desafíos más urgentes, desde contaminación y enfermedades hasta desempleo y falta de vivienda adecuadas, asimismo presentan oportunidades reales. También realizó un llamado a las autoridades locales con el fin de promover la prosperidad de sus habitantes al mismo tiempo que el logro de resultados que lleven a la equidad social y al uso sustentable de los recursos.
Ciudades en crecimiento.
En la planificación de las ciudades armoniosas, el informe destaca algunos de los cambios significativos en el crecimiento exponencial de las ciudades alrededor del mundo. Según el mismo, la principal causa del crecimiento urbano en la mayoría de los países es el aumento natural -cuando los nacimientos en las ciudades superan a las muertes. En ciudades con menores tasas de urbanización, la migración es, a menudo, el principal motor de crecimiento de la ciudad, como es el caso en varios países de África y de Asia. En muchos países, los grandes movimientos de población se desarrollan entre ciudades y no entre zonas rurales y urbanas.
En el análisis del crecimiento de las ciudades a nivel local, el informe encuentra que en algunos de los crecimientos veloces de las ciudades en el mundo se hallan en China, donde la tasa de crecimiento puede alcanzar más del 10 por ciento por año, e incluye a Chongqing, Xiamen y Shenzhen. Este rápido cambio ha dado lugar a la adopción de enfoques pro-urbanos de la economía de desarrollo por parte del gobierno de China.
En el caso de África, el reporte observa que las capitales y las principales ciudades del continente han tenido el mayor ritmo de crecimiento. Por ejemplo, Niamey, Nigeria; Dar es Salaam, Tanzania; y Lomé, Togo, todas han crecido a una tasa del 4 por ciento o aun más, mientras que Kigali, la capital de Ruanda, experimentó un alza en el crecimiento de la población del 8,6 por ciento desde el 2000 hasta el año 2005. Los autores de este informe advierten que tal primacía urbana y la concentración de una proporción significativa de la población urbana nacional en solo una ciudad podría resultar negativa para los negocios –ya que distorsiona la economía, crea desequilibrios en la distribución de la población y de los recursos y da lugar a diferentes formas de desarticulación socio-económicas.
Disminución de las ciudades
Una novedad interesante destacada en el reporte es el fenómeno de la disminución tanto de las sociedades como de las ciudades. En la población de 46 países, incluyendo Alemania, Italia, Japón, la mayoría de los estados ex miembros de la Unión Soviética y pequeños estados insulares, se espera una disminución para el año 2050. Esta tendencia demográfica se refleja también a nivel de las ciudades. En los últimos 3 años, la mayoría de las ciudades pertenecientes al mundo desarrollado se ha reducido.
Las tendencias negativas de crecimiento se asocian con ciudades de Norteamérica y de Europa, donde el número de ciudades que se redujeron ha aumentado rápidamente en los últimos 50 años, en comparación con las ciudades que se han expandido. Solo en los Estados Unidos, 33 ciudades se han mantenido en la pérdida de población.
En el Reino Unido, Alemania e Italia, 49, 48 y 34 ciudades, respectivamente, disminuyeron en tamaño entre el año 1990 y el 2000. Un número de ciudades pertenecientes a la ex Unión Soviética están perdiendo su población. Cerca de 100 ciudades rusas experimentaron un crecimiento negativo en la década de los 90, en Ucrania, 40 ciudades también han perdido población.
En el caso de las ciudades de países desarrollados, el informe demuestra que en promedio, 2.3 billones de individuos migran a estos países desarrollados cada año. Esto significa que la migración –tanto legal como ilegal- explica, aproximadamente, un tercio del crecimiento urbano del mundo desarrollado. Sin la migración, la población urbana de los países desarrollados tendería a declinar o mantendría la misma población en décadas venideras.
Sorprendentemente la reducción de las ciudades no es sólo un problema de los países en desarrollo. El análisis de UN-HABITAT sobre el crecimiento urbano de África durante los años 1990 y 2000, revela que, de 11 ciudades que experimentaron disminución de su población, 10 eran pequeñas. Los autores argumentan que es posible que algunas de las ciudades pierdan población como resultado de la guerra, desastres o conflictos civiles, pero en la mayoría de los casos, la pérdida de población ha resultado un proceso transitorio. Estudios recientes sobre migración y urbanización han producido evidencia empírica demostrando nuevos patrones de retorno de la migración de zonas urbanas a zonas rurales que provoca, posiblemente, un impacto futuro en la disminución de la población.
Confrontando el desafío global de ciudades en crecimiento y en disminución, Anna Tibaijuka, Directora Ejecutiva de UN-HABITAT, señala que: “Muchas ciudades y países están abordando estos desafíos y oportunidades por medio de la adopción de enfoques innovadores de la planificación y de la administración urbana que son inclusivos, en favor los más pobres y respondiendo a las amenazas que plantea la degradación del medio ambiente y el calentamiento global. Desde China hasta Colombia y en todo el mundo, gobiernos nacionales y locales están realizando críticas que promueven la equidad y la sustentabilidad en las ciudades.”
Asimismo hace hincapié en que “la planificación local y nacional requiere de nuevos métodos y técnicas que respondan al desarrollo urbano, a la administración de la expansión y del crecimiento, así como también de nuevos métodos y técnicas que respondan a la disminución y la emigración. “Una planificación inteligente para el crecimiento debe combinarse con una planificación inteligente para la disminución si se quiere lograr un desarrollo urbano y regional más armonioso.”
De acuerdo con el Informe del Estado de las Ciudades del Mundo de UN-HABITAT 2008-9: Ciudades Armoniosas, las ciudades de Norteamérica son ciudades tan desiguales como las de África y las de América Latina.
Las principales ciudades de los Estados Unidos, como Atlanta, Nueva Orleans, Washington DC, Miami, y Nueva York, poseen los niveles más altos de desigualdad del país, similares a las ciudades de Abidján, Nairobi, Buenos Aires y Santiago. Al otro lado del mundo, Beijing es considerada la ciudad más equilibrada mundialmente, mientras que en promedio, las ciudades más igualitarias se encuentran en Europa Occidental.
Estas son algunas de las sorprendentes conclusiones del nuevo Informe del Estado de las Ciudades del Mundo de UN-HABITAT 2008-9: Ciudades Armoniosas. Como señaló Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, en el prólogo del informe, “los datos y los análisis que figuran en este informe intentan mejorar nuestra comprensión acerca de cómo funcionan las ciudades y lo que nosotros, como comunidad global, podemos hacer a fin de mejorar su habitabilidad y su unidad.”
Dirigido a los encargados de formular políticas y a los planificadores y a todos los interesados en el bienestar de un mundo que se urbaniza rápidamente, el informe abre nuevos caminos tomando el coeficiente Gini, utilizado normalmente para medir la desigualdad en el plano nacional, y utilizándolo, en este caso, con fin de medir la desigualdad a nivel de las ciudades.
Basando sus investigaciones sobre este tipo de estadísticas económicas, los autores encuentran que a pesar de que las ciudades en los Estados Unidos de América poseen niveles de pobreza relativamente bajos, en comparación con otras ciudades del mundo desarrollado, sus niveles de desigualdad de los ingresos son bastante altos, y han aumentado por encima de la línea internacional de alerta de 0,4.
De acuerdo con el informe, en Canadá y en los Estados Unidos, uno de los factores importantes que determina los niveles de desigualdad, es la raza. En el oeste del estado de Nueva York, por ejemplo, cerca del 40 por ciento son hogares de negros, hispanos y de razas mixtas, cuyo salario es menor a US$ 15.000 en el año 1999, en comparación con el 15 por ciento de los hogares no-hispanos blancos. La expectativa de vida de los afroamericanos en los Estados Unidos es de aproximadamente la misma que la de las personas que viven en China y algunos estados de la India, a pesar del hecho de que los Estados Unidos resulta mucho más rico que los otros dos países.
A nivel global, este informe encuentra que, en promedio, las ciudades más igualitarias del mundo se encuentran en Europa Occidental. El mundo desarrollado, específicamente los países europeos de Dinamarca, Finlandia, los Países Bajos y Eslovenia, presenta niveles relativamente bajos de desigualdad (con un coeficiente Gini menor a 0,25, el más bajo del mundo). Las desigualdades también son bajas en Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Noruega, Suecia y Suiza, donde los coeficientes de Gini se encuentran entre 0,25 y 0,3. Los niveles bajos de desigualdad reflejan el desempeño de las economías nacionales y regionales en estos países y su reglamentación, la capacidad distributiva y redistributiva de los estados de bienestar tanto nacional como local.
En el análisis de la tasa urbana de la desigualdad en el mundo en desarrollo, el informe considera que las ciudades de Asia son las más equitativas: el coeficiente urbano Gini de las ciudades de Asia es de 0,39, ligeramente por debajo del umbral inaceptable de desigualdad de 0,4. No obstante, existen importantes diferencias de la distribución de los ingresos entre las ciudades, incluso dentro del mismo país, lo que demuestra que los agregados nacionales no necesariamente se reflejan en el plano local.
Por ejemplo Beijing, la capital de China, es la ciudad más equitativa de Asia; su coeficiente Gini es, no solo el más bajo de Asia, sino que es el menor del mundo (0,22), mientras que, Hong Kong, la Región Administrativa Especial de China, posee el más alto coeficiente Gini entre todas las ciudades de China, y un valor relativamente alto para los estándares internacionales (0,53).
El informe también reúne evidencia que demuestra que India sufre una tendencia a la desigualdad un tanto similar a la de China, como resultado de la liberalización económica y de la globalización. Todos estos cambios de la estructura ocupacional del país están afectando los niveles de desigualad. En el año 2002, por ejemplo, los ingresos del 10 por ciento más rico de la población, era casi 4 veces más alto que las ganancias del 10 por ciento más pobre.
Centrando su atención en América Latina y el Caribe, el informe considera que los coeficientes de Gini en las zonas urbanas y ciudades seleccionadas de la región se encuentran entre las más altas del mundo. Por ejemplo, en Brasil, el desempleo aumentó del 4,3 por ciento en 1990 al 12,3 por ciento en 2003, y el promedio de los salarios de los empleados en el sector industrial disminuyó en un 4,3 por ciento en 2003. El desempleo y la disminución de los salarios en las zonas urbanas han polarizado la distribución de los ingresos en dichas zonas. Por esta y otras razones históricas, las ciudades brasileñas tienen hoy las mayores disparidades en la distribución del ingreso del mundo.
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