viernes, 4 de septiembre de 2009

Reporte alcista, especialmente para los precios del maíz

Buenos Aires.- Se difundió un reporte del USDA que resultó alcista, especialmente para los precios del maíz. Sin embargo los mercados muestran dificultades para extender las subas, y esto se debe a que han subido demasiado rápido. De echo el viernes asistimos a una toma de ganancias profunda. Seguirá la baja? Que podemos esperar?
Si observamos los datos que difundió el USDA entenderemos que la suba de precios que hemos presenciado está justificada. Debido a la caída en la cosecha de Argentina, que en algún momento se esperaba fuera de 42 mill.tt. y ahora sabemos que está cerca de los 30 mill.tt. (el USDA predijo 34 mill.tt.), para atender a la demanda internacional que está activa, se tuvieron que incrementar las exportaciones norteamericanas, llevando sus stocks esperados a niveles muy bajos, 3,5 mill.tt.
En cuanto al maíz el ritmo más activo de exportaciones y de consumo en EEUU, llevó a que también se ajustara a la baja sus stocks, quedando en 40,7 mill.tt. con una caída de 2,5 mill.tt. respecto del reporte anterior, e incluso 2,8 mill.tt. menos que lo esperado por los analistas en promedio.
Por otro lado se difundieron las primeras cifras para el año próximo, y allí hubo otra sorpresa. El USDA sigue sin convalidar las expectativas privadas de que se sembraría más soja y menos maíz. En cambio el USDA sigue proyectando que el paso de área sería menor, y que por la menor rentabilidad del negocio, se perdería área agrícola. Esto junto a un consumo más activo de maíz tanto en EEUU, como en otros países, hace que se incremente el consumo norteamericano y las exportaciones, con lo que las existencias al cabo del nuevo año agrícola quedarían en 29,1 mill.tt. 11,6 mill.tt. menos que el año anterior, y 6 mill.tt. por debajo de lo que el mercado se imaginaba.
Por el contrario, en el mercado de soja los stocks subirían 2,7 mill.tt. para EEUU llegando a 6,3 mill.tt. un nivel mayor al de este año, pero de todas formas en un nivel bajo.
En cuanto a los números para otros países vemos un dato importante para el trigo, su producción bajaría 25 mill.tt. quedando en 657 mill.tt. Si bien es un buen nivel de producción, dista mucho de lo que vimos el año pasado, y todavía tenemos que ver si el clima acompaña o no a los cultivos.
Por el lado de la soja llama la atención que el USDA ya haya dado datos para Sudamérica donde todavía es muy prematuro hacer cifras. Y además que el USDA pronosticara 60 mill.tt. para Brasil, marca que no logra alcanzar desde hace tres años, y 51 mill.tt. para Argentina, lo cual parece también bastante complicado.
Dejando de lado estas cifras, lo cierto es que la demanda de estos productos sigue activa, lo cual se observa en el ritmo de exportaciones semanales norteamericanas, y las mejoras en el mercado de fletes.
Por otro lado también tenemos que ver en cuanto a los números para la campaña próxima si el clima va a acompañar o no a los cultivos. Y sabemos que siempre en algún momento tenemos sustos climáticos. Esos sustos, en el contexto de balances de oferta y demanda ajustados, tendrán fuerte impacto en los precios.
Finalmente, pero no por ello menos importante, tenemos a los especuladores. Los fondos financieros que operan en el mercado de granos y también en otros mercados, están viendo empíricamente que las cotizaciones están marcando pisos, y no se quieren quedar fuera de una posible recuperación, por esto están comprando. Y los fondos tradicionales, que operan siguiendo la lectura de oferta y demanda que comentamos, también se ponen a comprar, porque todos los astros se están alineando a la suba.
La gran pregunta entonces es porqué decimos que podemos estar cerca de una baja y de hecho porqué se da la abrupta caída del viernes? Y obviamente, la pregunta del millón, que podemos esperar hacia delante?
Cuando llegamos a este punto debemos explicar un par de cuestiones técnicas. En primer lugar, vemos que la cuestión de la menor cosecha Argentina, generó fuertes compras por parte de China y otros compradores de mercadería disponible, y esto hizo que los precios para las primeras posiciones subieran mucho, pero no tanto las de posiciones más lejanas. Esto en algún momento debería ajustarse porque los pases se han hecho muy altos.
En segundo lugar, los especuladores sólo ganan dinero en forma real cuando tras haber abierto posiciones compradoras, las cierran a precios más altos. Tras lo acontecido a fines del año pasado, cuando los precios se desplomaron repentinamente por la crisis financiera internacional, el temor de que algo similar ocurra, sobre todo cuando en realidad los pisos que están teniendo los mercados son más expresiones de deseo que realidades, hace que las tomas de ganancia sean más rápidas que lo esperado.
Tras haber hecho fuertes compras en las últimas semanas, y por más elementos alcistas que se vean en el mercado, los fondos estaban deseosos de tomar ganancias, y por eso a pesar de que el martes tuvimos datos netamente alcista para los mercados, los mismos no se dispararon. A medida que algunos compraban por el reporte que se conoció, los que habían entrado antes, vendían para tomar ganancias. Cuando los que estaban comprando no vieron subas fuertes en forma inmediata, dejaron de entrar, y los precios se desplomaron.
Entonces vemos que las alzas tienen asidero real, pero que las bajas responden a una cuestión coyuntural. Sólo hay tres elementos que podrían poner palos en la rueda a este mercado: que el clima financiero se vuelva a enrarecer y se generen ventas especulativas, que el clima mejore sustancialmente para la cosecha norteamericana, que la gripe porcina comience a generar matanzas de animales, o que finalmente las regulaciones sobre emisión de gases de efecto invernadero sean negativas para la industria del etanol.
De estos elementos el único que se podría dar es la mejora del clima, que de hecho se pronostica: clima seco que permitiría sembrar. Pero el clima cambia constantemente, y lo que hoy da, mañana lo quita, y pasado lo vuelve a dar.
Pasando al mercado local, el trigo ha dejado de ser oficialmente un mercado. Su precio lo fija el gobierno por mecanismos poco claros, y lo hace llegar a los productores sólo en los períodicos. La preocupación del productor ahora deberá ser el precio al que el gobierno les permita vender trigo, y como acceder al mismo, ya que los volúmenes son muy chicos.
Al respecto tenemos que decir que el precio que el gobierno calcula como de mercado parte de un valor FOB oficial, que está muy por debajo de lo que los mercados del resto del mundo sugieren. El problema es que como Argentina está fuera de los mercados de exportación es muy difícil decir cual debería ser el precio de nuestro grano. Por esto decimos que no existe un “mercado de trigo Argentino”, el mismo ha sido destruído por el gobierno.
Frente a esto, y con un clima que siguió seco e impide en muchos lados la siembra, no es extraño que las estimaciones de producción sean mínimas, y que se piense incluso que el consumo interno pueda estar en riesgo.
Por otro lado, el mercado de maíz va por el mismo camino. Desde que la intervención se inició, el año pasado fue el primero en el que tuvo que actuar en maíz, cerrando las exportaciones a fines del año pasado. Pero este año la cosecha fue tan mala, que ahora ya estamos con exportaciones cerradas, antes incluso de que se termine de trillar. El precio está unos 100 pesos por debajo del que informa el gobierno como de mercado. Frente a esto la gran pregunta es si en algún momento el Estado no recurrirá a la misma salida que para el trigo: armar un mercado ficiticio con un precio al que es muy difícil acceder, pero que marca la pauta en el mercado interno.
La soja es el único mercado que sigue ligado al exterior, y de hecho continuará de esta forma, ya que le consumo interno de esta oleaginosa es mínimo. Por menor que sea la cosecha, siempre tendremos saldo exportable, en forma de grano o de subproducto. Este año que la cosecha está diezmada, las industrias están preocupadas, y se teme que el lobby que pueden ejercer haga que el gobierno tome cartas en el asunto. Sin embargo, parece innecesario que el gobierno tanga que salir a incautar soja a precios módicos para abastecer las industrias.
Así las cosas, y con todo el riesgo político que supone el período electoral de este año, la salida más conveniente para el productor parece ser olvidarse de los mercados locales o la falta de los mismos, vender, hacerse de dólares, y comprar CALL en Chicago para participar si los precios suben.

Dante Romano
Director Académico del Centro de Gestión Agropecuaria de Fundación Libertad

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