Buenos Aires.- El encuentro, organizado por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), contará con destacados especialistas internacionales en el estudio, la prevención y el tratamiento de las consecuencias de la hipertensión a nivel cardiovascular, neurológico y renal. Se abordarán todos los aspectos de la enfermedad, en todo tipo de pacientes.
La hipertensión arterial (HTA) es una de las enfermedades crónicas silentes más peligrosas: en general no da síntomas, aunque esté produciendo daños irreversibles a nivel de las paredes arteriales, del corazón, del cerebro o de los riñones. Lo grave es que si el paciente no tiene el hábito de hacerse controlar la presión arterial periódicamente, puede enterarse de que es hipertenso demasiado tarde, cuando sufra un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular capaz de ocasionarle una severa discapacidad de por vida como es la parálisis de la mitad de su cuerpo (hemiplejía) o un deterioro de la función renal tal que haga depender su sobrevida de un tratamiento de diálisis o un trasplante.
La importancia de que la persona hipertensa sepa que lo es reside, en que puede tomar las medidas necesarias para mantener controlada su presión y de esta manera evitar esos grandes riesgos. Mantenerse sin sobrepeso, dejar de fumar, hacer actividad física y consumir menos sal son medidas que a todo el mundo ayudan, pero el grado de riesgo y la forma más apropiada de mantener controlada la presión dependen de las características de cada persona.
De ahí la complejidad de esta especialidad médica, que involucra a clínicos, cardiólogos, nefrólogos, neurólogos y, especialmente, a los médicos generalistas o de atención primaria, que muchas veces son los primeros en detectar la enfermedad y en ayudar a los pacientes a adoptar hábitos saludables y cumplir con los tratamientos.
A diferencia de otras ediciones anteriores, donde se había puesto el foco en profundizar aspectos particulares de esta epidemia silente, el XVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, que se llevará cabo los días 14, 15 y 16 de mayo próximos en el Jockey Club Multiespacios de la ciudad de La Plata abordará a la HTA integralmente, desde todos sus ángulos: básico, epidemiológico, clínico y terapéutico. Los temas abarcarán las particularidades de la HTA durante el embarazo, en niños, jóvenes, adultos mayores, ancianos –dos tercios de la población mayor de 65 años sufre HTA–, personas con otras enfermedades crónicas de base como la diabetes o las de origen renal, y particularmente la prevención del daño de los órganos blanco de la enfermedad a través de hábitos de vida más saludables y a la adherencia a lo largo del tiempo de los tratamientos con los fármacos sugeridos.
El evento está organizado por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). “Los especialistas nacionales e internacionales invitados, son los más destacados en la actualidad por sus investigaciones y su experiencia; desarrollarán cada tema propuesto en profundidad y posteriormente responderán todas las preguntas que realice la audiencia. Esta, será la única oportunidad de poder reunir durante este año, en nuestro país a todos los expertos en hipertensión arterial juntos en un mismo evento”, destacó el doctor Alberto Ré, presidente del Comité Organizador del Congreso.
Algunos puntos destacados:
Los riesgos de la sal
Quien haya acometido la tarea, casi heroica para nuestra cultura alimentaria, de abandonar la sal, lo sabe: al cabo de pocas semanas de haberse acostumbrado a comer sin agregar este omnipresente condimento a la comida, volver a probar un alimento con la misma cantidad de sal que le hubiera puesto antes le resulta intolerable. Demasiado salado, y es la prueba de cuánta sal se le agrega a las comidas.
Que reducir el consumo de sal común (cloruro de sodio) es una de las principales medidas para controlar la presión arterial, se sabe desde hace mucho. Pero se están estudiando y descubriendo más en detalle los mecanismos por los que la sal daña el sistema cardiovascular, además de incrementar la presión. A eso se referirá en la conferencia inaugural del Congreso el doctor Edward Frohlich, profesor de Medicina y Farmacología de la Escuela de medicina de la Tulane University de Nueva Orléans. El estadounidense será uno de los destacados invitados internacionales a este evento.
¿Cuándo comienza la HTA?
Si bien la presión se considera normal cuando el valor de la sistólica o máxima es de 120 mmHg y el de la diastólica o mínima, 80 mmHg, lo cierto es que cuando esas cifras comienzan a elevarse aún sin llegar a ser muy altas, el riesgo de complicaciones es grande. Uno de los principales interrogantes de la actualidad es cuál es el máximo valor de presión arterial que no representa riesgo para los pacientes, y nuevos estudios arrojan luz sobre este complejo tema, ya que el nivel de riesgo de cada paciente es condicionado también por otros factores, como enfermedades metabólicas o renales que padezca o por hábitos adquiridos como por ejemplo el tabaquismo.
Los destacados neurólogos David Spence, de la University of Western Ontario, Canadá, y Oscar Benavente, argentino radicado en los Estados unidos (Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas) explicarán por qué el manejo de estos límites puede ser el secreto para prevenir el daño cerebral generado por un accidente cerebrovascular (stroke), uno de los más temidos riesgos que representa la HTA. El profesor León Ferder, de la Ponce School of Medicine de Puerto Rico, identificará el papel de la HTA junto con otros factores en el comienzo de la aterosclerosis y en las consecuencias posteriores que culminan con la obstrucción de la luz arterial.
Íntimamente asociados
Los riñones son órganos vitales clave en el control de la presión arterial, por varios mecanismos que van desde la regulación del agua corporal hasta la secreción de la hormona renina. El mal funcionamiento de los riñones puede incrementar la presión arterial, y a la vez la HTA genera la progresión silenciosa de la enfermedad renal crónica, a tal punto que hoy los nefrólogos consideran que el control de la presión arterial es la mejor herramienta para prevenir la progresión de la enfermedad renal crónica.
El Congreso prestará especial atención a todos los tipos de daño de órgano blanco, y para el caso de la enfermedad renal crónica, que afecta a un 10% de la población aunque esté subdiagnosticada, el doctor Artur Beltrame Ribeiro, director del Hospital de Riñón e Hipertensión de la Fundación Osvaldo Ramos, de San Pablo (Brasil), vendrá a contar las últimas novedades sobre su manejo conjunto con la HTA y la diabetes, y la promesa que representa un nuevo tipo de medicamentos: los inhibidores directos de la renina. El doctor Oscar Carretero, del Henry Ford Hospital de Detroit, analizará los mecanismos que regulan la circulación renal. Carretero, uno de los especialistas argentinos que fueron pioneros a nivel mundial en torno al estudio de la HTA desde la llamada Escuela de Mendoza, es también uno de los referentes de la SAHA desde los inicios de esta sociedad científica, en el año 1992.
Diferencias de género
El embarazo es una experiencia única, y el control de la presión en la embarazada es diferente al de cualquier otra etapa de la vida. El sistema circulatorio de la embarazada soporta desafíos y alteraciones propias de quien alberga otra vida en su útero, que pueden hacer que hasta en un 20% de los casos (las cifras parecen estar aumentando, tal vez por un mayor énfasis en la detección) la mujer padezca HTA durante este período, aunque sólo en un 5% de los casos, como máximo, llega a cronificarse. ¿En qué casos es peligrosa?
Con las enfermedades cardiovasculares, sin embargo, persiste el prejuicio de que son “cosa de hombres”, lo cual para las mujeres tiene un severo costo adicional: cuidan su presión arterial, por ejemplo, menos que los varones, y menos también que su propia salud ginecológica. No parece haber motivos fundados para ello: por factores que se están comenzando a develar, el riesgo de sufrir HTA aumenta en las mujeres, especialmente, a partir de la menopausia. La estadounidense Jane Reckelhoff (Universidad de Missisipi) es especialista en el estudio de la HTA en las mujeres, y este año expondrá los avances obtenidos acerca de los factores que hacen a las diferencias en la progresión de la enfermedad renal crónica entre hombres y mujeres.
Simposio “Dr. Juan Carlos Romero”
La Escuela de Mendoza convirtió a los médicos argentinos en pioneros mundiales en la investigación y el tratamiento de la HTA, fue fundada por el doctor Juan Carlos Fasciolo, discípulo de Luis Federico Leloir, y uno de sus principales referentes fue el gran fisiólogo Juan Carlos Romero, fallecido en diciembre pasado.
En homenaje a Romero, que fue además uno de los grandes forjadores de la SAHA desde sus comienzos en la década del ’90 y se desempeñaba en la Clínica Mayo de Rochester, Estados Unidos, se realizará durante el Congreso el Simposio que llevará su nombre. Además de los doctores Reckelhoff , Carretero y Juncos, participará de él el doctor Alberto Nasjletti.
Desde varios centros de primer nivel en todo el mundo, los argentinos de la Escuela de Mendoza sentaron las bases de los modernos tratamientos de la HTA a través del uso, a partir de la década del ’80, de los inhibidores de la enzima de conversión y los antagonistas de los receptores de angiotensina, que actúan sobre el sistema enzimático renina-angiotensina, por el que los riñones regulan la presión arterial; fue descripto por primera vez por el doctor Leloir en 1937, y posteriormente este grupo de investigadores argentinos descubrieron y desarrollaron su importancia clínica.
El límite del tratamiento
Actualmente existe un consenso mundial según el cual el umbral general para el inicio del tratamiento antihipertensivo es la cifra de 140/90 mmHg, pero esos valores cambian de acuerdo a la evaluación del riesgo en cada paciente, tema que debatirán los especialistas. En los pacientes diabéticos, por ejemplo, se inicia el tratamiento con 130/80 mmHg, y en los pacientes con insuficiencia renal y proteinuria las cifras de inicio son aún más bajas. “Lo más importante del tratamiento es mantener esas cifras bajas (inferiores a 130/80 ) a lo largo del tiempo para reducir de esa manera la morbilidad y la mortalidad generadas por la hipertensión –señaló Ré–. Una vez evaluado el riesgo puede no ser necesario iniciar tratamiento con fármacos en las primeras consultas, y sí recomendar cambios en el estilo de vida.” Además, el doctor Antonio Coca (Hospital Clínico de Barcelona, España) tratará la HTA refractaria, que es el cuadro de hipertensión en el cual la presión no se normaliza o no responde a distintos esquemas de tratamiento.
17 de mayo, Día Mundial de la HTA
El domingo 17 de mayo, al día siguiente de la finalización del evento, se conmemorará en todos los países el Día Mundial de la Hipertensión Arterial. En el marco del Congreso se desarrollarán además actividades para informar y concientizar a la comunidad de los riesgos que tiene padecer hipertensión y no consultar y asesorarse oportunamente; algunas de ellas tendrán lugar en colegios secundarios de la ciudad de La Plata.
Tanto para los profesionales médicos como para la población general, las recomendaciones de la SAHA tienden, en resumen, a minimizar o reducir el riesgo cardiovascular generado por la hipertensión, sugiriendo para ello adoptar hábitos de vida saludables, enfatizando que el buen control de la presión arterial se logra cuando las cifras se normalizan y se mantienen bajas toda la vida. Una vez alcanzado el menor nivel de presión posible, la meta es lograr la adherencia del paciente al tratamiento, que le permitirá una vida prolongada y sin discapacidades.
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