Buenos Aires.- INTI - Electrónica e Informática y el Ejército Argentino han desarrollado en forma conjunta un subsistema de seguimiento automático de antena para aeronaves no tripuladas.
A cargo de la Dirección de Investigación, Desarrollo y Producción del Ejército Argentino se desarrolla desde hace un tiempo un sistema de aeronaves no tripuladas, el sistema Lipán.
En el mundo este tipo de tecnología está en plena expansión, dado que son aviones sin pilotos, usualmente llamados UAV (Unmanned Aerial Vehicle), con sistemas inteligentes de control y seguimiento.
Estos aviones son pequeños y se comandan desde una base de control terrestre a través de un piloto automático. Es así que en los países de mayor desarrollo industrial se comercializa este tipo de tecnología tanto para uso civil como militar.
Los usos civiles más importantes están orientados en la detección, control y seguimiento de catástrofes como incendios forestales o emergencias nucleares.
Actualmente, el Ejército Argentino, trabaja con el modelo Lipán M3 y se está perfeccionando un modelo Lipán XM4 con mayor autonomía energética y mayor nivel de desarme, entre otras mejoras.
Una de las características que necesitaron ser optimizadas fue la captación de la señal que envía la aeronave a la base de control y es ahí donde surge la colaboración del INTI.
Desde la Unidad Técnica de Instrumentación y Control del Centro INTI Electrónica e Informática se colaboró con el desarrollo de un subsistema de seguimiento de antena o autotracking para el enlace de video. El autotracking es un sistema automático para orientar una antena receptora en la base de operaciones. Hasta ahora el apuntamiento de la antena hacia la aeronave se realizaba de forma manual.
La aeronave tiene 3 cámaras de video, las cuales son multiplexadas, para poder salir del transmisor de video y recibir en la estación de control terrestre las imágenes. Estas señales son recibidas por una antena direccional que se orienta manualmente según el movimiento del avión. Esto requiere que una persona esté mirando una computadora, viendo donde va el avión y orientando la antena. A partir del autotracking este redireccionamiento se realiza en forma automática. Para el comando y seguimiento del avión, la base en tierra recibe información de posicionamiento desde el GPS a bordo del UAV. El autotracking aprovecha entonces esta información existente, calcula los ángulos de azimut (es el ángulo de una dirección contado en el sentido de las agujas del reloj a partir del norte geográfico) y elevación necesarios para apuntar hacia el vehículo y finalmente comanda el sistema de servomotores para orientar la antena. Este avance, además, permite que el avión se pueda alejar más o se pierda de vista recibiendo mejor las imágenes de video que envía en tiempo real.
Específicamente, en el INTI se avanzó en el desarrollo del software embebido, es decir, integrado dentro de un sistema más complejo, y para esto está utilizando una base de software libre combinada con agregados propios, y también con la electrónica de control que está dentro del sistema de autotracking.
Si bien en estos momentos se encuentran realizando las pruebas y puesta a punto, en un futuro será de gran utilidad tanto para estas aeronaves LIPAN como para otros sistemas de seguimiento que se desarrollen en el Ejército, dejando abierta la posibilidad de que no solo se puedan utilizar cámaras para el envío de imágenes si no también la incorporación de otros dispositivos como por ejemplo sensores de radiación iónica (este tipo de sensores se está desarrollando actualmente en la Comisión Nacional de Energía Atómica) o algún otro sensor que se considere de utilidad para las necesidades de la comunidad.
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