Buenos Aires.- El doble desafío que representa la crisis económica y el cambio climático están llevando la gestión forestal al centro del interés mundial. La necesidad de reformar las instituciones forestales e incrementar las inversiones en ciencia y tecnología son la clave para una mejor gestión de los bosques, reveló el informe Situación de los Bosques del Mundo 2009, presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) este 16 de marzo en la “Semana Forestal Mundial” que tendrá lugar a lo largo de esta semana en Roma, Italia. A lo largo de estos días se celebrará la 19a sesión del Comité Forestal de la FAO, que reunirá a los jefes de las organizaciones nacionales responsables de la ordenación de los bosques del mundo para debatir sobre las cuestiones forestales fundamentales. De acuerdo con el informe de la FAO, en algunas regiones se registra un aumento de la superficie forestal, mientras que otras experimentan pérdidas.
Diferencias regionales
No se espera que en Sudamérica que el ritmo de deforestación disminuya en un futuro cercano, a pesar de la baja densidad de población del continente. Los elevados precios de los alimentos y del combustible favorecerán que se sigan talando bosques para dedicar el terreno a la producción ganadera y a cultivos comerciales destinados a alimentos y biocombustibles, entre otras áreas. En América del Norte, el futuro cercano del sector forestal dependerá de la rapidez con que la región se recupere de la reciente desaceleración económica y su impacto en la demanda de productos madereros, en especial en Estados Unidos, indican los autores del informe. Y agregan que el sector forestal necesitará también hacer frente al desafío del cambio climático, incluyendo el incremento de la frecuencia y gravedad de incendios forestales y el daño causado por las plagas y especies invasivas Está previsto que los recursos forestales en Europa continúen su incremento a causa de una menor dependencia de la tierra, el aumento de los ingresos, la preocupación por la protección del medio ambiente y un marco político e institucional bien desarrollado, señala el informe. Europa contiene cerca del 17 por ciento del total de la superficie terrestre del planeta, pero concentra la cuarta parte de los recursos forestales mundiales. Son cerca de 1 000 millones de hectáreas, de las cuales el 81 por ciento se encuentra en la Federación Rusa. En África la pérdida de bosques continuará al ritmo actual. La demanda creciente -y la subida de precios- de alimentos y energía complicará la situación, especialmente al aumentar las inversiones en infraestructuras que facilitan el acceso a nuevas zonas. El incremento de la frecuencia de sequías, el descenso del suministro de agua y los mecanismos para hacer frente a las inundaciones a nivel local y nacional dificultan los esfuerzos para gestionar los bosques africanos de forma sostenible. Por otra parte, en Asia y el Pacífico, donde reside cerca de la mitad de la población mundial, con algunos de los países más densamente poblados del planeta, está previsto que la demanda de madera y productos madereros continúe su incremento, en línea con el aumento de la población y de los ingresos. Mientras que la región es líder en bosques plantados, continuará dependiendo de madera de otras regiones, ya que la falta de tierras y agua limitará el objetivo de alcanzar la autosuficiencia en madera y sus productos derivados. Según Jan Heino, Subdirector General del Departamento Forestal de la FAO Una de las principales tendencias constatadas “es la fuerte correlación entre el desarrollo económico y el estado de los bosques. Los países que están experimentando un rápido crecimiento económico suelen hacer frente a una presión inmensa sobre sus bosques”
Por el contrario, las regiones que ya han alcanzado un alto nivel de desarrollo económico suelen ser capaces de estabilizar o incrementar su área forestal. “No obstante, los factores que afectan a los bosques son numerosos y complejos, y es difícil esbozar unas conclusiones sencillas o realizar proyecciones fiables”, asegura Heino. Para el experto de la FAO, el informe “Situación de los Bosques del Mundo 2009” pretende servir como fuente de información para apoyar las políticas y la investigación relativas a los bosques. Asimismo, espera que contribuya a estimular el pensamiento y el debate creativos sobre el futuro de los bosques del mundo.
Bosques Nativos: la situación en argentina
En febrero de 2009, a raíz de la catástrofe humanitaria sucedida en Tartagal luego de intensas lluvias, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció en la Argentina la reglamentación de la llamada Ley de Bosques. Esta ley destaca la necesidad de tener un ordenamiento territorial de los bosques nativos del país. La misma determina 3 zonas: -“Zona roja” que son las regiones de más alta necesidad de conservación. No se permite ningún tipo de desmonte, pero sí planes de manejo para la conservación. -“Zona amarilla” que son aquellas regiones de mediana necesidad de conservación y permite planes de conservación como la zona roja, así como planes de manejo forestal sostenible de bosques. Y por último, la “zona verde” que son zonas de bajo interés de conservación y que permiten la aplicación de planes de manejo forestal sostenible, así como también planes de cambio de uso de suelo (desmontes). La ley establece que estos planes de cambio de uso de suelo deben estar articulados con estudios de impacto ambiental que además deben garantizar la sostenibilidad del nuevo modelo productivo. Asimismo, la ley establece un fondo para la aplicación de planes de restauración, conservación y manejo forestal sostenible que proviene principalmente de dos fuentes: como mínimo el 0.3 por ciento del presupuesto nacional y un 2 por ciento de las retenciones generadas por exportaciones primarias del sector agrícola, ganadero y forestal.
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