Buenos Aires.- Identificaron un grupo de genes que determinan la sensibilidad de una persona a la radiación. De acuerdo con los investigadores, los resultados serían útiles para diseñar tests dirigidos a elegir con mayor precisión la dosis adecuada de radiación empleada en tratamientos contra el cáncer.
Un equipo de investigadores del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI, según sus siglas en inglés) identificó un grupo de genes que determinan la sensibilidad de una persona frente a la radiación. Este hallazgo constituye un paso adelante en el desarrollo futuro de tests que permitan establecer con mayor precisión la dosis adecuada de radiación a ser empleada en tratamientos contra el cáncer. Los resultados del trabajo fueron publicados el 16 de abril en Nature.
“Ahora que conocemos la variaciones genéticas, esperamos poder elaborar estudios que señalen quiénes son más sensibles a la radiación, y así disminuir las dosis de terapia de radiación evitando daños en los tejidos sanos”, señaló la doctora Vivian Cheung, investigadora del HHMI y autora principal del estudio.
Para identificar esas variaciones genéticas, Cheung, que trabaja en el Hospital de Niños de Pensilvania, junto a un equipo de colegas, estudiaron las líneas celulares donadas por 150 individuos pertenecientes a 15 familias de Utah, en los Estados Unidos. Analizaron el contenido genético de esas células y luego las expusieron a diferentes niveles de radiación.
Algunas células morían y otras sobrevivían con diferentes niveles de daños. Asimismo identificaron el modo en que se producían cambios en la actividad de los genes y las proteínas que codificaban. Luego de realizar análisis computacionales que involucraron el estudio de miles de genes, los investigadores identificaron las variaciones genéticas vinculadas con la sensibilidad a la radiación.
Tal grupo de genes había sido previamente catalogado durante la realización del conocido Proyecto Genoma Humano, pero lo que no se sabía hasta ahora era el modo en que reaccionan a la radiación y qué variaciones inciden para que las células sean más sensibles o más resistentes a la radiación.
Asimismo, Cheung destacó que el poder conocer los genes y las proteínas que las células usan para responder a la radiación podría abrir el camino para diseñar estrategias que vuelvan a las células cancerosas sean más sensibles a la terapia basada en radiación. La manipulación de esas proteínas podría también proteger a las células sanas de la radiación, no sólo en pacientes sino también en otros casos de exposición a altos niveles de ese tipo de energía, como sucede con los astronautas, afirmó la especialista.
viernes, 14 de agosto de 2009
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